Comentario de Kelly Villaruel
Esta historia fue escrita para el uso con niños pequeños (edades sugeridas de 3 a 5 años) a quienes se les exige que se queden en casa durante la pandemia de COVID-19, o que hayan modificado su libertad severamente (por ejemplo, tal vez puedan asistir a la escuela pero no puedan asistir a asambleas especiales, festivales, fiestas o eventos). La canción al final se ha dejado abierta para que los maestros y los padres compongan más versos con ideas de los niños. La historia se puede cambiar / editar para adaptarse a diferentes situaciones, p. Ej. el árbol madre podría ser el árbol padre o la abuela o el árbol del abuelo, o es posible que omite la parte sobre “escuela de gnomos”. El personaje principal también podría cambiarse (por ejemplo, en lugar de usar un gnomo, la historia podría ser sobre un ratón atrapado en su pequeña casa o un pájaro que debe quedarse y descansar en el nido).
El pequeño gnomo estaba confundido.
¿Por qué tuvo que quedarse en casa?
¿No sabía todo el mundo cuánto les gusta salir y correr a los pequeños gnomos?
No podía ir a la escuela de gnomos, no podía jugar con sus amigos en el bosque y sus amigos no podían visitarlo.
El pequeño gnomo estaba encerrado en su casa en las raíces de árbol.
Por lo menos podía mirar por la ventana a través de las piedras y las raíces de los árboles. Se sorprendió de cuántas cosas se podían ver: hormigas corriendo por allí, escarabajos de brillantes colores trepando por entre las hojas caídas y conejos de largas orejas saliendo de su madriguera y volviéndose a esconder.
Pero a pesar de todas las cosas que podía ver, el pequeño gnomo cada vez estaba más impaciente. ¿Por qué tenía que seguir sin salir de casa? No tenía sentido que no pudiera salir.
Entonces Madre Árbol le susurró:
“Las cosas no son como solían ser – pero confía en mí – pronto serás libre – confía en mí, confía en mí”.
El pequeño gnomo sabía en su corazón que siempre podía confiar en Madre Árbol.
¡Madre Árbol tenía la sabiduría de todo el bosque!
Madre Árbol lo sabía todo. Los pájaros y el viento eran sus amigos y sus mensajeros. La visitaban todos los días y compartían con ella las noticias de todo el ancho mundo.
El pequeño gnomo oía cuando venían los pájaros. Les oía cantar allá arriba en las ramas de Madre Árbol.
El pequeño gnomo veía cuando llegaba el viento. Veía cómo se balanceaban las ramas de un lado a otro. A veces tenía que cerrar la ventana para que no entraran las hojas y el polvo que levantaba este amigo tan ocupado.
Todos los días Madre Árbol le susurraba:
“Las cosas no son como solían ser – pero confía en mí – pronto podrás salir – confía en mí, confía en mí.”
Así que el pequeño gnomo tenía que confiar y tenía que esperar. Sabía que pronto sería libre para salir a jugar entre las piedra y las raíces del árbol. Sabía que pronto sería libre para correr de nuevo por el bosque hermoso.
Y mientras esperaba, se sorprendía de cuántas cosas puede hacer en su cómoda casita en las raíces del árbol.
El pequeño gnomo puede bailar
El Pequeño gnomo puede cantar
El Pequeño gnomo puede pintar y dibujar
Y puede dar vueltas de campana en el piso.
El Pequeño gnomo puede bailar
El Pequeño gnomo puede cantar
El Pequeño gnomo puede limpiar y cocinar
Y acurrucarse con un libro ilustrado.
El Pequeño gnomo puede bailar
El Pequeño gnomo puede cantar
El Pequeño gnomo puede …………………………. Y ………………………………………………
El Pequeño gnomo puede bailar
El Pequeño gnomo puede cantar
El Pequeño gnomo puede …………………………. Y ………………………………………………
El Pequeño gnomo puede bailar
El Pequeño gnomo puede cantar
El Pequeño gnomo puede …………………………. Y ………………………………………………
Nota: Susan Perrow nos dice que ha escrito este cuento con una “estructura de espejo” – el cuento sencillamente refleja la situación y la amplía con imágenes que ayudan a compartir un mensaje que es demasiado fuerte para exponerlo directamente a los niños pequeños. No he mencionado ningún límite de tiempo, porque habría sido irresponsable ya que nadie lo sabe en este momento. El propósito de este cuento es animar a aceptar la situación actual de “distanciamiento social” y ayudar a motivar a los niños para buscar y disfrutar las actividades que pueden hacer dentro de casa.
Para cualquiera a quien le resulte nuevo el concepto de “cuento sanador” , los cuentos pueden ayudar a navegar a través de las emociones que surgen con diferentes clases de pérdidas y situaciones difíciles. Aceptando en vez de resistiéndose a la verdad y revistiendo con el ropaje de la imaginación, los cuentos pueden ayudar a entretejer la verdad en la vida cotidiana, sobre todo con los niños pequeños.